
El ministerio de teatro, una poderosa herramienta juvenil
Inicios en el teatro cristiano
Durante más de una década, nos desempeñamos en la iglesia como dirigentes de jóvenes. Era una hermosa variedad de intereses y talentos en cada uno de los chicos, pero cuando empezamos a incursionar en la representación de dramas en fechas especiales, notamos que a la mayoría les entusiasmaba participar.
No solo era la actuación… también estaba la opción de involucrarse en escenografía, vestuario, sonido, etc. La totalidad de los jóvenes podía participar de alguna manera.
Era emocionante orar cada día, después ensayar y ensayar hasta que sentíamos que habíamos logrado un buen avance. Terminar de nuevo con una oración y retirarse a casa con la certeza de formar parte de algo muy significativo.
Los chicos invitaban a sus compañeros de escuela, a sus padres, tíos, maestros; personas que probablemente jamás aceptarían la invitación a un culto en la iglesia, llegaban solo porque su joven familiar “saldría” en una obra de teatro.
Muchas familias llegaron así a nuestra congregación. Muchos jóvenes se quedaron porque les gustó la dinámica que se vivía en el ministerio de teatro y, ya estando en ello, pudieron tener un encuentro personal con Cristo que cambió sus vidas para siempre.
Con el tiempo, fuimos viendo la practicidad de grabar en audio cada obra. No solo las voces, sino la música y los efectos ambientales, de tal manera que los actores solo tenían que gesticular de acuerdo a su personaje y mover los labios haciendo una especie de “Play Back”.
Ventajas de utilizar obras de teatro en audio
La disminución de errores durante la representación era considerable, el mensaje de la obra siempre quedaba claro; aun cuando alguien olvidara sus diálogos, ya que solo ladeaba un poco su cabeza para que no se notara.
La cantidad de ensayos también se reducía drásticamente al simplemente seguir el audio con la actuación.
Si un actor no podía estar en alguna presentación, era fácil sustituirlo con otro de los jóvenes. La mayoría memorizaban todos los diálogos a causa de estar siempre en los ensayos, así que un incidente de ausentismo no nos hacía perder el aliento. Eso conllevaba además a que no hubiera “estrellitas” entre los jóvenes. El propósito de cada uno era el propósito común del grupo de teatro, no el lucimiento personal.
En la mayoría de las congregaciones, los jóvenes con talentos musicales que forman parte del grupo de alabanza, son los que tienen más oportunidades de participar e involucrarse en los diversos eventos, en tanto que el resto de los muchachos quedan solo como espectadores. El hecho de que las obras estuviesen pregrabadas, facilitaba que todos los chicos se involucraran, ya que no requería de grandes voces o talentos… sólo el deseo de trabajar en la obra.
De igual manera, hacerlo así propiciaba que aún los jóvenes más tímidos, se animaran a participar.
Otra gran ventaja era que cuando las representaciones se hacían al aire libre, en parques, colonias o instituciones diversas, podíamos llevar bocinas potentes que permitieran que las obras se escucharan claramente, sin depender de micrófonos o de la potencia en la voz de los actores.
Personas de otras iglesias nos pedían los audios que generábamos, para representar las obras con sus jóvenes. Por supuesto, las compartíamos con gusto. Fueron estas personas y gente de nuestra propia congregación, quienes nos inquietaron para grabar profesionalmente los audios de las obras de teatro.
Así fue como nació “Teatro Cristiano en Audio”, con el propósito de proveer una herramienta sencilla para las congregaciones que quieran utilizarlo. Hemos tenido grandes satisfacciones con ello. Nuestras obras se han presentado en comunidades hispanas de muchos países y nos han hecho llegar por correo testimonios invaluables.
Presentamos pues, algunas de nuestras obras de teatro en audio, esperando que puedan ser útiles para tu ministerio.
Dios te bendiga.